Quién no se ha despertado alguna vez por la noche a causa de un calambre. Esta contracción muscular involuntaria que sentimos en la pantorrilla, muslos o pies, es muy dolorosa. Te contamos cómo evitar calambres, sí es posible prevenir la desagradable y repentina sensación que producen.
Para saber cómo evitar esta molestia es preciso conocer qué factores se asocian a su aparición. La deshidratación es uno de ellos, al igual que la insuficiente ingesta de potasio, magnesio y calcio, y el esfuerzo físico excesivo y sin preparación.
Otras posibles causas son permanecer mucho tiempo sentado o de pie, y los problemas circulatorios que se incrementan con la edad.
Contenido
Hidratación y dieta equilibrada
Para evitar los calambres es necesario que cuidemos nuestra alimentación y consumo de líquidos. Hacerlo servirá de prevención tanto para los calambres nocturnos como para aquellos que te pueden atacar mientras te ejercitas.
Trata de mantener una dieta balanceada, la bollería industrial es mejor desecharla, al igual que el exceso de azúcar. Si practicas alguna actividad física, intenta comer frutas ricas en potasio como plátanos o kiwis.
El magnesio presente en alimentos como la avena y las legumbres, también contribuye a relajar los músculos. Considera incorporar a tu dieta alimentos ricos en vitamina E, cuyo poder antioxidante mejorará la recuperación de tus músculos tras el ejercicio.
Permanecer hidratado todo el día también te ayudará a evitar calambres, más aún si te ejercitas. La hidratación hace que los músculos realicen las funciones de contracción y relajación de manera adecuada.
Ten en cuenta que la actividad física regular contribuirá al bienestar de tus músculos y salud en general. Es una buena manera de evitar calambres.
Cómo evitar calambres nocturnos
Existen recomendaciones sobre cómo evitar calambres que puedes poner en práctica antes de acostarte.
Haz estiramientos específicos para áreas vulnerables de tu cuerpo: cuádriceps, pantorrillas y tendón de la corva. Sé perseverante, convierte estos ejercicios en un hábito.
Otra fórmula para evitar los calambres es aplicar aceites esenciales en las zonas más propensas a sufrirlos. Puedes hacerlo mediante masajes, baños o compresas. Algunos de los aceites esenciales que puedes utilizar son lavanda, eucalipto y tomillo.
Se recomienda mantener flojas las sábanas alrededor de los pies para evitar presionar los dedos y que se muevan hacia abajo. Esta posición hace que los músculos de pantorrillas y pies se contraigan y aparezcan calambres, por eso hay que evitarla.
La meditación y los ejercicios de relajación son de ayuda para prevenir calambres, pues alivian las tensiones y la ansiedad que se reflejan en tus músculos.
A tener en cuenta
Otro consejo que puedes seguir para prevenir calambres es usar zapatos cómodos y con soporte adecuado para los pies.
Si tienes calambre, intenta aliviarlo acostándote de espalda, pegando las piernas a la pared y estirándolas por completo. Trata de respirar profundamente para relajarte. Otras formas de calmarlo es masajear y estirar la zona afectada, y aplicar hielo en el área por no más de diez minutos.
Si los calambres son demasiado frecuentes y acompañados de otros síntomas como enrojecimiento de la piel e hinchazón, te recomendamos consultar con el médico.